Acabo de leer algo que, si bien rondaba por mi mente sin forma definida, ahora se prensenta clara y nítidamente. La tristeza como manantial de la creatividad.
Nos devatimos constantemente entre una bipolaridad tristeza-felicidad, y danzamos de polo a polo pasando por infinitos pasos intermedios, ilimitada escala de grises que separa ambos estados.
Pero no todos ellos generan una sensación tal que hace que todo tu cuerpo se revuelva y sienta la necesidad de expulsar, de expresar, en mi caso, de crear. Son ellos, grises oscuros que caminan hacia el negro, son ellos los que logran en mi lo que ningún blanco, ni el más luminoso sería capaz de lograr....la magia de lo artístico, ya sean palabras, dibujos o colores.
Y es curioso como esta sensación me hace sentirme tan viva en mi interior, aunque el exterior parezca estar languideciendo.
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Me parece interesantísimo lo que has escrito. Yo también ando con mi mente y mi cuerpo de aquí para allá dando tumbos, y en cada estado al que llego, encuentro un sin fin de emociones que desearía expresar. Para algunas encuentro la vía de expresión, para otras se me hace infinítamente difícil hacerlo. Pero sigo en el camino, cada día, incluso inconscientemente.
ResponderEliminarMe encantaría hablar tranquilamente contigo sobre todo esto, si estás de acuerdo te espero, sabes donde me encuentro.